LAS FUENTES DE ENERGÍA A LO LARGO DEL TIEMPO
Hace muchos miles de años, las personas sólo conocían una
fuente de energía: su fuerza muscular. Con el paso del tiempo aprendieron a
utilizar el fuego, que les permitió obtener calor y ahuyentar a los animales
feroces. Luego, usaron también animales, como bueyes, burros y caballos, para
realizar tareas pesadas.
En algún momento, alguien descubrió que se podía aprovechar
la energía del agua para hacer girar la rueda de los molinos. Se cree que estos
molinos, impulsados por la corriente de un río, se comenzaron a usar unos 100
años antes de Cristo, para triturar los granos de cereal y obtener así la
harina para hacer el pan.
La energía del Viento, ya empleada para impulsar barcos a
vela, también podía hacer girar la rueda del molino. Alrededor del año 700 se
construyeron los primeros molinos de viento y fueron usados para moler cereales
y para extraer agua subterránea.
En 1769, un ingeniero escocés, llamado James Watt, inventó
la máquina de vapor, capaz de generar movimiento, sin depender de una corriente
de agua o de que el viento sople. Este invento fue utilizado especialmente para
hacer funcionar la maquinaria de las fábricas textiles. La energía que la
impulsaba provenía del vapor de agua. El combustible usado para calentar el
agua, obteniendo así el vapor, era el carbón.
El uso de esta máquina se extendió al transporte y barcos
impulsados por vapor comenzaron a cruzar los océanos. La navegación ya no
dependió de las velas ni del viento.
También se usó la máquina de vapor en el transporte
terrestre. En 1825, se construyó la primera locomotora a vapor.
A fines del siglo XIX, con la invención del motor de
combustión interna, comenzó la utilización de derivados del petróleo, como la
nafta y el gasoil, para mover automóviles y luego también camiones, barcos y
aviones.
La energía eléctrica comenzó a utilizarse hacia fines del
siglo XIX y permitió la invención de toda clase de artefactos. En la
actualidad, la mayor parte de la energía empleada en el mundo proviene de
combustibles, como el petróleo, el gas y el carbón, que en un tiempo no muy
lejano es posible que se agoten.